miércoles, 1 de octubre de 2014

LA NARANJA MECANICA

La Naranja Mecánica

A qué debo el honor de esta visita?? Algo malo señor??
La Naranja Mecánica… Gran película, está entre mis favoritas sin duda. Es una de las películas que más gusta en general a los antifascistas y a los skinheads (de aquí viene la expresión “¿Hacemos hoy naranja?” o el concepto de “Ultraviolencia”, alguien se ha preguntado por qué gusta tanto? Pues tienes que verla para saberlo (es una obra maestra y un clásico del cine), en el comentario de más abajo habla sobre qué podemos ver, si es que aún no la has visto, píllatela de internet. Yo la he visto unas pocas de veces y es la típica donde la segunda y terceras veces pillas más y más cosas. También me he leído el libro escrito por Anthony Burguess queridos drugos, y al principio cuesta un poco comprender el vocabulario inventado que usan estos personajes. Siento deciros que el libro no tiene un final tan morboso como quieren mostrarnos en la película, pero eso ya lo saben Los Nikis.
Hay verdaderos antifascistas fans de este film como Oi! Se Arma, que dedican una canción hablado en su pseudoidioma, muy original por cierto!


canción subtitulada con imagenes de la pelicula


Para los más forofos de la peli:

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DATOS TÉCNICOS:
-Título original: A Clockwork Orange.
-Productor y director: Stanley Kubrick.
-Interpretes: Malcolm Mac Dowell, Patrick Mages y Michael Bates.
-Duración: 137 minutos.
-Año: 1972
DIRECTOR:
Stanley Kubrick nació en Nueva York el 26 de julio de 1928. Formado en el documental, conserva de éste el gusto por la exactitud y el detalle. Está considerado uno de los mejores cineastas de la generación del 55.
COMENTARIO:
Esta película pretende ser una sátira amarga y corrosiva contra una sociedad fría y deshumanizada. En la primera parte, donde se presenta y describe la violencia callejera, la magistral combinación de la música y los movimientos de los personajes, la ausencia de sangre y de efectos truculentos y la no consumición de las escenas de agresión, que quedan abandonadas a la imaginación del espectador, hacen rechazable la violencia sin que resulte estéticamente desagradable. En la segunda parte, donde se muestra una sociedad hipócrita, más interesada en los convencionalismos y en el control de la opinión que en las exigencias de la dignidad humana, se plantea como tema el castigo y la reinserción. En su crítica utiliza una fina ironía sobre los métodos de condicionamiento empleados por las técnicas conductistas.
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